Todo es vulnerable en el piso trece. La realidad se desdibuja y sus bordes se vuelven filosos, cortando el sutil velo que nos separa de las más profundas de nuestras pesadillas. Aquí todo es posible. Bienvenidos al piso trece. No dejen que se cierren las puertas del ascensor. Es la única forma que tienen para escapar...
martes, 8 de noviembre de 2011
Bienvenidos
El ascensor se ha detenido, las puertas se han abierto. Ya no hay salida. ¿Te animas a cruzar el umbral?
Este es el piso trece, donde las cosas… no son lo que parecen.
Auspicioso comienzo, leeremos lo que venga a continuación.
ResponderEliminarSaludos.